miércoles, 13 de julio de 2011

Diego de Porres

Fue el arquitecto más importante del reino de Guatemala en la primera mitad del siglo XVIII.
En 1713 fue nombrado Fontanero Mayor de la ciudad, por lo que tuvo a su cargo tanto la actividad constructora de la ciudad como la ingeniería hidráulica.
Fue el primero en usar la pilastra abalaustrada serliana, expresión predominante barroca de la arquitectura del período manierista y del renacimiento.
Entre sus obras figuran la casa de la Moneda, el convento de la Recolección, el oratorio de San Felipe (1730), el antiguo seminario de León de Nicaragua (1753) y la catedral de la misma ciudad (1760).
Además construyó el puente del camino a San Lorenzo El Tejar, participó en la restauración y ampliación del puente Los Esclavos. Asimismo construyó la fuente de sirenas ubicada en Antigua A primera vista, uno de los elementos arquitectónicos mejor estudiados por Diego de Porres fueron las pilastras, presentes en Antigua a partir de los seísmos de 1717.
En el caso de la pilastra de tipo serliano, Luis Luján Muñoz detalla que nuestro arquitecto «consultó con frecuencia El cuarto libro de Arquitectura, de Sebastiano Serlio, publicado en España en traducción al castellano en 1578, pero del que hay versiones posteriores que, evidentemente, circularon en el reino de Guatemala, y que fueron ampliamente conocidas por Diego de Porres y sus hijos, también arquitectos» («Pilastra floral», El país del quetzal.

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