Santiago de los Caballeros, 1731 - Bolonia, 1793) Jesuita y poeta guatemalteco autor de la célebre obra Rusticatio mexicana, grandioso himno en verso a la naturaleza y a la vida rural del virreinato de Nueva España. Graduado de doctor en filosofía a los dieciséis años, continuó sus estudios de teología en México, donde se ordenó sacerdote jesuita en 1755. Volvió a Guatemala y fue rector del Colegio San Borja, pero debió partir al exilio a la edad de 36 años debido a la orden de expulsión de los jesuitas decretada por Carlos III. Landívar embarcó rumbo a Italia (1767), se estableció en Bolonia, donde vivió como preceptor en casa de los condes de Albergati, y no regresó ya nunca a su país. Sus restos fueron repatriados a su ciudad natal en 1950.
De su producción literaria carecen de mayor interés sus pocas poesías castellanas, y tampoco hubiera pasado a la historia de las letras por sus sermones, ni por su Funebri declamatio pro iustis (1766) sobre el prelado Francisco Figueredo y Victoria. Su obra fundamental es el poema en hexámetros latinos Rusticatio Mexicana, cuyo título completo es Rusticatio Mexicana, seu rariora quaedam ex agris Mexicanis decerpta, obra que ha motivado que algunos hayan llegado a llamar al autor Virgilio americano. Landívar publicó dos ediciones de su obra: la primera en Módena, en 1781 y la segunda, corregida y ampliada, en Bolonia en 1782. La obra contenía algunas ilustraciones hechas por el propio autor que, sin ser artísticas, son académicas y correctas.
Escritos en latín, lengua usada entonces por los humanistas, los versos de Rusticatio Mexicana se presentan agrupados en quince cantos, una advertencia y un saludo a la ciudad de Guatemala. Su obra ha sido objeto de estudios sistemáticos por diversos investigadores; es una lección de amor patrio por el dolor del destierro y prueba de madurez creativa, a la vez que canto emocionado de las excelencias del continente americano, a su belleza y fecundidad, a la fauna y flora que lo animan, y, muy especialmente, al hombre trabajador, creativo y tenaz que domestica, transforma y humaniza el exuberante medio ambiente. En ese sentido puede decirse que es un precursor de las ideas de libertad e independencia que fructificaron veinticinco años después. Todo ello en un estilo que ha sido considerado heredero del de Homero y Virgilio.
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